jueves, 10 de mayo de 2012

Vampiro y literatura (VII)



Christabel es un poema, del año 1797, es la primera mención a los vampiros, que se realiza en la literatura inglesa y trata la historia, fuera de lo normal y de las leyes de la naturaleza, de una joven que vive en un castillo gótico, en compañía de su progenitor, que echa de menos a su esposa, que ha fallecido. Una noche, en medio del bosque, Christabel conoce a Geraldine, una bella hechicera, que la convence para que la deje dormir en su alcoba. La joven siente una gran atracción por la extraña y, mientras están compartiendo el lecho, tiene un sueño, en el que puede ver como es vampirizada, al pie de un viejo roble, por una mujer que tiene ojos de serpiente. Por la mañana, su padre reconoce a Geraldine, ya que en su rostro cree encontrar en el de la hija perdida de un viejo amigo y se enamora perdidamente de ella. Christabel, que siente celos por una relación de amor, que la excluye, le pide a su padre que eche a la que considera una “intrusa”, pero no lo logra y acaba siendo despreciada, por su propio padre. Coleridge decidió publicar, en el año 1816, sin haber llegado a terminar la historia. Hay que mencionar que las reseñas de los periódicos, de su época, fueron, en la mayor parte de los casos, fueron negativas y apuntaron, ante todo, a la ambigua esencia de Christabel, que no se parecía a ninguna otra herína, que se conoció en la literatura de Gran Bretaña.
Foto: fuente

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