domingo, 20 de mayo de 2012

El vampiro en el folclore eslavo (III)



En el folclore de los pueblos eslavos del sur, se pensaba que un vampiro debía pasar por distintas etapas, a lo largo de su desarrollo. Los primeros 40 días se consideraba que eran decisivos, a la hora de la creación de un nuevo vampiro, que comenzaba, únicamente, como una sombra invisible que, de manera gradual, se iba a fortalecer gracias a la sangre que había logrado succionar. Formaba, de esta manera, una especie de masa gelatinosa y deshuesada, que iba a evolucionar hasta llegar a la creación de un nuevo cuerpo humano, que sea casi idéntico, al de la persona había tenido, durante su vida. Esta evolución va a permitir a la criatura poder abandonar su tumba y empezar una nueva vida. El vampiro, que era, en términos generales, de sexo masculino, era, por otro lado, muy activo sexualmente y podía llegar a tener hijos, ya sea con su nueva esposa o con su viuda. Estos hijos, que recibían el nombre de dhampiros, en lengua romaní o vampirovic, en idioma serbio, podrían llegar a convertirse en vampiro, pero, por otro lado, también, tenían la habilidad de poder ver y matar a los no muertos, por lo que solían convertirse en muy eficaces cazadores de vampiros. Este mismo talento se suele atribuir a las personas, que han nacido en un sábado, que se llaman sabbatarios, en lengua búlgara, sabotnichav y, en lengua griega, sabbatianoí.
Foto: fuente 

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