La
famosa novela de Drácula, que se publicó en el mes de mayo de 1897
nos muestra una gran erudición sobre el vampirismo. El vampiro ha
conseguido conquistar algo tan importante, como es la propia muerte,
más que lograr la inmortalidad, puesto que va a tener que vivir,
toda la eternidad, como si fuera un espectro. Algunos sostienen que
el término vampiro es eslavo y es la unión del serbio “vampir”
y el ruso “upir”. Hay que señalar que, en lengua rumana, no nos
encontramos con ningún término que funcione para denominar un
vampiro. Algunos expertos traducen el término rumano “strigoi”
como vampiro, pero, en realidad, dicho vocablo se emplea para
referirse a una bruja o un espectro. Algunos dicen que es “nosferatu”
el término, en rumano, que se emplea para hablar de “vampiro”;
pero, en realidad, proviene del griego “nosophoro”, o sea,
“portador del mal”. Aegún otros, Emily Gerard se confundió al
usar dos palabras, que eran populares en Transilvania, para mencionar
a criaturas o espíritus malignos, lo que llevó a la creación de
“nosferatu” que, en sí, no significa nada. Para ser sinceros, en
la tradición europea de los vampiros, no tiene nada que ver con lo
que encontramos en las tierras de Transilvania, sino con Hungría,
Serbia, Moldavia o en los países eslavos. “El
vampiro es conocido «en todos los lugares en que ha existido el
hombre»,dice el doctor Van
Helsing,
un médico experto en enfermedades oscuras. «Ha seguido el rastro
del berserker islandés,
del huno (engendrado
por eldiablo),
del eslavo,
del sajón,
del magiar».
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