domingo, 22 de abril de 2012

Vampiro y literatura



Un vampiro, según se indica en varias tradiciones o culturas, en distintos países, es una criatura que se alimenta de la esencia vital, que tienen los seres vivos (normalmente, aparece en forma de la sangre) para poder mantenerse activo. Incluso, en algunas culturas orientales y americanas aborígenes, el vampiro es un dios demoníaco o un dios menor, que forma parte del panteón siniestro, que forma parte de las mitologías. Mientras, en la cultura europea y occidental, como en la mayor parte de la cultura mundial contemporánea, el prototipo de lo que es un vampiro, que es más popular, posee un origen eslavo: el de un ser humano que se ha convertido, tras haber muerto, en un cadáver activo o en un reviniente depredador, habido por chupar sangre.
La presencia de los vampiros en el arte de la literatura ha abarcado un campo literario, que está centrado al rededor de la figura del vampiro y los elementos, que están asociados a los mismos, con distintas variantes. Aunque, en la literatura, nos encontramos con figuras y personajes vampíricos, con rasgos diversos, al cultura oral y la literatura, desde bien antiguo, nos muestra lo siguiente: la primera vez que encontramos el vampiro moderno es en las baladas góticas del siglo XVIII, después, saltó al campo de la novela con The Vampyre de Polidori (1819) y, después, se hizo muy popular como figura de los relatos de terror.
Foto: fuente


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