sábado, 31 de marzo de 2012

Gilles de Rais (XI)


A lo largo de los ochos años de terror, Gilles vivía en un mundo irreal, rodeado de gran lujo y como si no realizara las brutales acciones, que llevaba a cabo, por las noches. Según él mismo dijo en el juicio, junto con su corte, cortaba las cabezas de niños recién nacidos y hacían competiciones de cual tenía el rostro más bello. Las cabezas se ensartaban en picas y realizaban una clasificación, que era firmada por el propio diablo, que era invocado por un brujo, Riviére, o a uno que le llamaban Barrón, al que ofrecían sacrificios como los órganos, corazones, ojos.. de sus pequeñas víctimas.. todo en medio de unas orgías sexuales, donde mandaba el alcohol. Uno de sus hermanos compró uno de sus castillos, para lograr salvar algo de su fortuna y se encontró más de 50 esqueletos de más de 50 niños; pero, decidió silenciar todo, para que no hubiera malentendidos, sobre su persona. Pero, sus momentos atroces llegaron al final, cuando el obispo de Nantes, Jean de Malestroit, tomó la decisión de investigar las desapariciones, que estaban teniendo lugar en Bretaña y que no eran normales. Y, descubrió todos los crímenes, ya que Gilles se vio obligado a vender uno de los castillo y se descubrió lo que había en él. El día 19, cuatro días después de ser detenido se inició el interrogatorio, que duró varios días.
Foto: fuente.

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