Ver morir a su padre, de la manera en la que lo vio, hizo que Gilles, en un futuro, repitiera la escena con sus víctimas, sintiendo placer con la visión de la sangre y de las entrañas que tenía delante. Su madre, Marie de Craon, murió poco tiempos después y tanto Gilles como su hermano quedaron bajo la tutela de su abuelo, por parte de madre, Jean de Craon, un hombre que enseño a sus nietos la idea del narcisismo, la soberbia, el poder y el orgullo, elementos que tenían un gran peso en su carácter. Éste, que se daba cuenta que su abuelo prestaba más atención a su hermano pequeño, se pasaba muchas horas en la biblioteca. Allí descubrió un libro que le cambiaría la vida: Las vidas de los doce césares de Suetonio. Sus páginas le enseñaron como los césares, los hombres más poderosos, sobre el mundo conocido, hacían todo lo que querían, sin tener que dar explicaciones a nadie. Sus emperadores favoritos, y su modelos a seguir, en su época adulta, fueron los desequilibrados Nerón, Tiberio y Calígula. Además, según lo que dicen los expertos, De Rais jamás estuvo controlado por su abuelo y siempre hizo lo que le dio la gana, moviéndose, en muchas ocasiones, por impulsos violentos, lo que demostraba el tipo de persona que sería de mayor.
Foto: fuente
No hay comentarios:
Publicar un comentario