Carmilla,
la nueva inquilina del castillo, no tarda en mostrar un
comportamiento algo extraño: se despierta, después de que tenga
lugar el mediodía y se encierra en su habitación, sin haber dado
señales de estar en el mismo. En muchas ocasiones, nos encontramos
que parece enamorada del personaje de Laura, ya que tiene un gran
interés por ella.
Nos
encontramos con una novela, donde se nos muestran muchas de las
características del terror gótico y va a resaltar el estereotipo
más conocido del vampiro y la perplejidad de los personajes, ante
los hechos sobrenaturales, de los que son testigos y todo esto va
aumentando, creando una mezcla de éxtasis y de terror, todo al mismo
tiempo. Otro hecho que hay que destacar es la sutil influencia de
contenido erótico, de dicha novela, que se va a relacionar con el
mundo de los vampiros. Eso sí, desde un punto de vista lésbico.
Sheridan Le Fanu decidió tomar el tema del lesbianismo, que era un
tema tabú, en ese momento, pero supo cómo llegar a plantearlo de
tal manera que el lector, de aquella sociedad, se pudiera ir
acercando a un tema tan controvertido y tan mal visto. También, ha
sido una gran influencia en muchas novelas o películas de vampiros,
donde se trata la atracción entre dos mujeres.
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