La
novela “El susurro de la medianoche” está ambientada en los
últimos años del siglo XIX y trata el enfrentamiento entre el
detective Ned Stockton y el conde Gregor Brastov, un vampiro que
busca apoderarse de Oxrun Station. La acción se inicia con la venta
de unas piezas de ajedrez que va a representar algunas figuras de la
mitología.
Ante
el enfoque clásico que muestra Grant, nos encontramos con la obra de
Chelsea Quinn Yarbro (nacido en la ciudad de Chelsea, 1942), se
inclina por la posibilidad del vampiro, desde un punto de vista
amistoso. Yarbro se interesa por la difusión del mito y sus
modificaciones en varias culturas lo que le va a inducir a poder
plantearse la posibilidad de escribir sobre un vampiro, muy alejado
da la idea del modelo “canónico”, pero que va a conservar sus
rasgos más importantes del personaje -la condición de ser un no-
muerto, su dependencia hacia los seres vivos, para poder alimentarse
de su sangre o de su energía vital; realiza sus actividades, a lo
largo de la noche... de manera que continuara siendo reconocible como
tal, a pesar de todo estos cambios. El conde de Saint- Germain, que
fue imaginado por Yarbro como contestación al intento de lograr que
el lector acepte la idea de que un vampiro no es un enemigo de los
humanos, y sus parejas no tienen que ser sus víctimas, de manera
necesaria.
Foto:
fuente
No hay comentarios:
Publicar un comentario