miércoles, 27 de octubre de 2010

Los vampiros de “La casa de la noche” regresan con su cuarta novela



“Cuando la adolescente Lay Redbird fue “marcada” y comenzó su educación como vampiro, el mundo que había conocido hasta entonces, desapareció para siempre. Pero otro completamente nuevo se abrió ante ella, específicamente, al cruzar el umbral de la academia “La casa de la noche” (www.houseofnightseries.com). Y, donde encontró no sólo otros adolescentes como ella, sino también peligros y traiciones que la acompañan, en ese mismo camino“. Así se anuncia la nueva entrega de “La casa de la noche”. La cuarta entrega de sus aventuras, “Indomita”, que llega llena de aventuras y con un romance paranormal. Así siguen las aventuras escritas por la estadounidense Phyllis Christina Cast y, su propia hija, Kristin Cast. En castellano, tan sólo han llegado los tres primeros libros: “Marcada”, “Traicionada” y “Elegida”. Pero, en Estados Unidos, ya llevan 8, el último “Awardened”, llegará a las librerías, en enero del 2011. En esta nueva entrega, el personaje de Zoey Rredbird tendrá que enfrentarse a sus propios secretos y como estas han marcado su relación con su amiga. En una semana pasa de tener muchos amigos, a ser una marginada y, de tener tres novios a quedarse sola. Por otro lado, el personaje de Neferet le declara la guerra a los humanos y, Zoey no podrá quedarse pasiva, antes de este nuevo peligro. Cada una de estas novelas han sido un éxito, estando en las posiciones más altas de libros más vendidos del “The New York Times”, “Wall Street Journal” y “USA Today”.

martes, 26 de octubre de 2010

Carlos Fuentes publica su novela de vampiros

El reputado escritor Carlos Fuentes ha dado vida a Vlad, un vampiro que es todo lo contrario a los que están de moda, o sea, es bestial, antiguo y cruel. Un ser que llegará con fuerza a la ciudad de México. La editorial que se encarga de publicar dicha obra es Alfaguara. 112 páginas que buscan estar a la altura de lo que esperan los amantes del género. El personaje principal es Yves Navarro, un abogado que recibe el trabajo más raro de su carrera: legalizar todas las gestiones para un hombre rumano que se caracteriza por su excentricidad, el “Conde Vladimir”, y que así pueda irse a vivir a su nuevo hogar, muy cerca de una barranca. El tratamiento que ofrece el escritor hace que nos demos cuenta del conocimiento que posee el escritor sobre el tema de los vampiros y de la literatura fantástica, que trata como los inconvenientes y los puntos fuertes de la inmortalidad. Carlos Fuentes (Ciudad de México, 1928) es uno de los escritores más reputados del país, tanto en el campo de la novela, del teatro, cuento y del ensayo. Entre otros premios ha logrado el de Biblioteca Breve, el Vaxier Villaurrutia, el Rómulo Gallegos, el Cervantes, el Príncipe de Asturias, o el Internacional Don quijote de la mancha.

lunes, 18 de octubre de 2010

Lamashtu



Este demonio femenino, que aparece en la mitología de los antiguos países mesopotámicos, tiene distintos nombres. Lamashtu - Lamastu- o Labartu -que son nombres acadios- o Dimme -en la mitología sinea-. Era un demonio de una fuerte naturaleza maligna y, por ello, muy temido por estas culturas. Su representación es un cuerpo peludo, una cabeza de leona -en algunas ocasiones, de pájaro con orejas y dientes de burro, unos dedos largos, con las uñas también largas- y patas de pájaro con unas afiladas garras. En ocasiones, lo encontramos montando un burro y portando, en el pecho derecho, a un perro y, en el izquierdo, a un cerdo. Y, al mismo tiempo, sostiene unas serpientes -en algunas ocasiones, bicéfalas-, con ambas manos. Dichos demonios se alimentaban de niños, en edad lactante, a los que secuestraban, mientras dormían sus progenitores, para comer su carne y beber su sangre, por eso se considera una figura prematura de la del vampiro. También, era causante de abortos que era capaz de provocar si tocaba siete veces el vientre de la madre embarazada. Y, también, de que los niños murieran en sus cunas. En algunas ocasiones, también devoraba a las madres y a los hombres. El único ser capaz de pararle los pies, era su consorte Pazuzu -por eso las madres protegían a sus hijos, con amuletos que llevaran la imagen del mismo. En los textos de Labartu se decía de ella: “Allá donde venga, allá donde aparezca, trae el mal y la destrucción. Hombres, bestias, árboles, ríos, caminos, edificios, a todos trae perjuicios. Es un monstruo sediento de sangre y hambriento de carne fresca.

sábado, 16 de octubre de 2010

Empusa




La Empusa -término que proviene de la lengua griega- era una criatura totalmente fantástica del folclore. Por ejemplo, en la Ranas del mítico Aristoferes aparece, pero como guardiana del mítico Hades. Además está asociada a la diosa del infierno Hecate, posee la característica de poder cambiar la forma; pues, puede adoptar la apariencia de un animal doméstico (un perro o una vaca) o de una bella hetera. Cuando se convierte en mujer, se le puede reconocer por que una de sus patas es de bronce (incluso, uno de los personajes de Aristófanes señala que, tal vez, en broma, que la otra es bolitinon, un término que se podría traducir como “caca de vaca”). Le gusta estar merodeando por parajes que estén desiertos, sobre todo, cuando en el cielo brilla una preciosa luna llena. Mientras, en la obra de “La vida de Apolonio de Tiana” de Filóstrato, una Empusa se convierte, en forma humana para poder seducir a un joven estudiante de filósofa, Manipo. Pero, por suerte, Apolonio logra descubrir la verdad y ella acaba confirmando que se dedica a dar de comer a jóvenes ingenuos y pasionales para, después de acostarse con ellos, alimentarse de su sangre y comérselos. El episodio de la obra “La vida de Apolonio”, que se conoce como La novia de Corintio, ha sido la inspiración de distintos escritores, como John Keats. Este autor le llegó a dedicar uno de sus poemas narrativos más importantes, Lamia. Algunos críticos consideran, de manera errónea, este relato como la inspiración de la novia de Corintio del aplaudido Goethe. Pero, en ambas historias, nos encontramos con diferencias importantes. Incluso, F. W. Murnae le hace un guiño a las personas que conocen este mito en su película Nosferatu: el vampiro; el velero que trae al conde Drácula a tierras alemanas, recibe el nombre de Empusa.

viernes, 8 de octubre de 2010

Las lamías en la mitología grecorromana y en la tradición búlgara



El famoso historiador griego Duris de Samos, consideraba que la lamia era una reina de la exótica Libia, a la que el dios Zeus llegó a amar, hija de Poseidón o de Beloyuvia. Hera, mujer de Zeus, celoso, decidió transformarla en un peligroso monstruo y dio muerte a sus hijos -pero, en otras versiones, solo mató a su descendencia, y fue esa la causa de que se volviera un monstruo-, Lamia tuvo la dura condena de que jamás podía cerrar sus ojos y, por tanto, no podía descansar y siempre estaría condenada a recordar la terrible condena de recordar la dura muerte de sus hijos. Pero, el dios Zeus decidió darle la posibilidad de poder extraerse los ojos, para que pudiera descansar y, cuando quisiera, volver a ponérselos. Lamia, cada vez que veía a una madre, sentía envidia y esto provocaba que devorara a sus hijos. Se le describía con el cuerpo de una serpiente y los pechos y la cabeza propios de una mujer. A pesar de los hecho vengativos de Hera, en algunos escritos, nos encontramos que la primera sibila era fruto de los amores entre Zeus y Lamia. El origen del nombre no se conoce con seguridad. Se piensa que podría tener algún vínculo con el adjetivo lamyros, que se traduce como “glotón” y con el sustantivo laímós, “gaznate, gañote”.
Algunos estudiosos creen que proviene de la misma familia que la palabra lerú, que trata a unos espectros (los fémures). Estos se parecen de alguna manera a las lamías. En la antigüedad tanto las madres griegas como las romanas solían asustar a sus hijos con ella, para que no hicieran travesuras. Incluso, el gran poeta del romanticismo John Keats le llegó a dedicar al personaje un poema narrativo, bastante largo, por el cual el propio libro se llama “Lamia y otros poemas”. Para escribir dicho poema se basó en la novia de Corino, una historia que encontramos en la Anatomía de la melancolía de Richard Burton, quien -por otro lado- se basó en la vida de Apolonio de Tiana de Fílóstrato. Según explicó Filóstrato, Menipo, un aprendiz bastante joven del filósofo fue seducida por una mujer misteriosa, extraña, que le abandonó, en las afueras de Corintio. La mujer le pidió que se casaran. Apolonio asistió a la boda y, fue él, quién observó con cuidado a Menipo y le declaró “tú, al que las mujeres persigues, abrazas a una serpiente, y ella a ti”. La novia de dicha joven era una lamia o una Empusa y, aunque la joven negaba dicha condición, al final, tuvo que confesar que había conquistado a Menipo para comérselo y beber su propia sangre; pues, la de la gente joven es pura y está llena de fuerza y vigor.

lunes, 4 de octubre de 2010

Lamia



Una lamia
-otro término que proviene del griego- es un personaje femenino, que encontramos en la mitología y en el folclore grecolatino. Se caracteriza por ser una seductora que daba miedo a las personas y asustaba a los niños. Por esta razón, se piensa que es un antecedente de la idea del vampiro moderno. La idea que tenían sobre ella es que era un personaje individual; pero, en muchas ocasiones, se habla, con este término, de un colectivo de monstruos. En muchas ocasiones, se le compara con figuras muy parecidas de la cultura griega (Empusa) o, incluso, en la hebrea (Lilith). Sorprendentemente, en la cultura neohelenística, vasca y búlgara, también nos encontramos con este personaje, las lamías, que son herederas de las tradiciones más clásicas.
En la cultura vasca, las lamisas o laminak eran figuras de la mitología, a las que se les describía con pies de ave, cola de pescado o, incluso, garras de una especie de ave. Eran, casi siempre, mujeres, de una gran belleza, que vivían cerca de los ríos y de las fuentes, donde solían peinar sus largos cabellos con valiosos peines de oro. Solían ser bastante amables y la única cosa por la que se enfadaban era si les robaban sus queridos peines. También se dice, en la leyenda, que ayudaron a los hombres, en el levantamiento de dólmenes, comlech y puentes. En algunas ocasiones, se llegan a enamorar de humanos; pero no pueden casarse con ellos; pues, no pueden estar en lugares con tierra consagrada. Incluso, en ocasiones, llegan a tener hijos con ellos. Pero, en otras leyendas, son mitad humano y mitad pez. Pero, en otras ocasiones, se cree que eran, sólo, una versión de la diosa Mari. Dice una leyenda que, una vez, una mujer le robó el peine de oro a una lamia y ésta, muy enfadada, intentó maldecirla; pero, no lo consiguió, por que sonó la campana de la iglesia y eso hizo que se salvara. En algunas localidades de España -sobre todo, las que encontramos en el sureste de la Península, este mito se adapta más al de la famosa Leyenda de la Encantada.

domingo, 3 de octubre de 2010

Lilith



Lit
o Lilith, es una de las primeras figuras vampíricas que encontramos en la tradición. Provienen del folclore judío, de origen mesopotámico. Se piensa que es la primera esposa de Adán, antes de que existiera Eva. Abandonó el maravilloso Edén, por decisión propia y se instaló cerca de lo que se considera el Mar Rojo y, allí, se une con Asmodeo, que será su amante, y con otros siervos. Años más tarde, se convierte en una bruja que rapta a los niños, de sus cunas, por las noches, y se une a los hombres, en forma de súcubo, procreando hijos gracias al semen que los varones derraman, de manera involuntaria, mientras duermen -polución natural-. Su imagen es la de una mujer muy hermosa, con el pelo largo y rizo. Normalmente, tiene el pelo rojo y, en algunas ocasiones, posee alas. Su origen podría provenir de Lilith y Arclat Lili, dos mujeres demonio, de la etapa mesopotámica, que estaban vinculadas al espíritu maligno de Lilu. Lil, término que se repite en cada una de las representaciones, significa “viento” , “aire” o “espíritu”. Los judíos que fueron exiliados de Babilonia llevaron, con ellos, la creencia de la existencia de esta figura maligna. Su nombre en hebreo, Lilith, está relacionado con el término hebreo Lih, que significa “noche”. En la Biblia, se trata en Isaías 34:14: “Los gatos salvajes se juntarán con las hienas y un sátiro llamará al otro; también, allí, reposará”. Gracias a su naturaleza nocturna, algunos estudiosos han creído ver en ella a la primera vampiresa y es todo un símbolo en la subcultura gótica- además, gracias a su belleza siniestra y misteriosa, es única-..

El mito del vampiro en la tradición de la Antigua Grecia y Roma




Los vampiros ya venían de antiguo, y eso ya lo sabíamos. Nos los encontramos en la mitología greco rama, donde nos encontramos con ejemplos precursores del mito de los vampiros actuales. En la Odisea de Homero se trataba el tema de las “sombras de los muertos”. Dichos espíritus eran atraídos por la sangre. En el famoso relato de Homero, cuando Odiseo viaja hasta el Hades, decide sacrificar un carnero y una oveja de color negro para poder atraer a las sombras y, así, poder comunicarse con ellas. Mientras, en la mitología romana, nos encontramos con los larvae o los fémures, que eran espectros que volvían de la muerte; pero, no poseían ningún tipo de relación con la sangre. Los personajes de la mitología que más relación tienen con la idea del vampiro son, en la mayor parte de los casos -por no decir, siempre- mujeres, aunque no se podían considerar como no muertos. Entre algunas de las ideas que nos encontramos, tenemos a Empusa y Lamia, que estaban vinculadas a la diosa ctónica del inframundo Hécate y con la estirge, que encontramos en la mitología romana. Con el paso de los años, las dos primeras referencias se empleaban para referirse a las brujas y demonios, de manera respectiva.