Su nombre completo era Mercy Lena Brown. Nació en Exeter, en Rhode Island, en 1873. Esta joven murió a los 19 años, a causa de una tuberculosis pulmonar y estuvo bajo sospecha de haberse convertido en una vampiro. Por culpa de estas sospechas, su cuerpo fue exhumado el 18 de marzo de 1892, en el histórico cementerio de Chestny Hill, en donde había sido enterrada, para poder sacarle el corazón y, a continuación, poder quemarlo. Su caso se hizo muy famoso, en el folclore de los Estados Unidos, al ser el más reciente y, se piensa, que el último caso del mito del vampiro, por lo que se conoce, dentro de la literatura popular, como “la última vampiro de Nueva Inglaterra”. Todo empezó cuando la tranquila vida del granjero George Brown, el padre de Mercy, cambió, completamente, cuando cayó víctima de la tuberculosis y vió como muchos de sus familiares, de personas que le rodeaban, acababan muriendo por dicha enfermedad. Entre ellos, su hija Mercy, que muere del mal el 17 de enero, del año 1892, con tan sólo 19 años de edad. George Brown, que veía como su hijo también se moría, decidió aceptar la apertura de las tumbas de los miembros de su familia, por que había sospechas de que habían sido víctimas, en realidad, de vampirismo, aunque nunca llegó a aceptarlo completamente. Al abrir dichas tumbas, delante del médico de la familia, se encontraron que los restos del cuerpo de su esposa estaban completamente momificados y los cuerpos de sus hijas eran ya, únicamente, huesos.
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