En diversas ocasiones, él mismo, dijo que había sido atacado por un vampiro, en una zona que recibía el nombre de Gossowa -se piensa que podría ser el actual Kosovo-; pero, logró curarse, él mismo, al seguir al vampiro, hasta su propia tumba, desenterrarlo, separarle la cabeza del cuerpo y comer tierra de la tumba, que estaba mezclada con la sangre, del propio vampiro. Pero, a pesar de todo, acabó afectado por dicho ataque y dejó el ejército para, poco después, volver a su pueblo. Cuando tuvo lugar la cosecha, del año 1726, Arnold tuvo un accidente y terminó bajo las ruedas de un carro de heno, por lo que murió. Fue enterrado en un cementerio local; pero, al pasar entre 20 y 30 días de su muerte, cuatro habitantes de la aldea dijeron que habían sido infectados por el propio Arnold. Los mismos testigos que dijeron haberle visto, murieron unos días después. Después, los habitantes del lugar decidieron seguir un consejo, que les había dado su hadnack -que era un título administrativo y militar-, que había vivido experiencias parecidas, en otras experiencias pasadas. Abrieron la tumba de Arnold. Se encontraron que el cuerpo no tenía muestras del proceso de descomposición y había sangre fresca, que fluía de sus ojos, su boca y sus orejas, también, estaba ensangrentada su camisa, su sudario y su ataúd. Y, por otro lado, sus uñas de los pies y de las manos se habían caído y habían sido reemplazadas por otros nuevas.
Foto: fuente
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